Cae la noche – Devociones – 15 de septiembre

Cae la noche y es tiempo de conectar con Dios

Leamos una porción bíblica y oremos al Señor. Comencemos la oración reconociendo que Dios es grande y amoroso. Continuemos presentando en oración a las personas que amamos, a nuestras amistades y familiares. Después presentemos en oración nuestras propias vidas, rogándole a Dios que nos de lo que nos conviene, no lo que deseamos. Terminemos la oración alabando a Dios, en el nombre de Jesús. AMÉN

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Lectura Bíblica: 2 Corintios 8

La ofrenda para los santos

Hermanos, también queremos contarles acerca de la gracia que Dios ha derramado sobre las iglesias de Macedonia, cuya generosidad se desbordó en gozo y en ricas ofrendas, a pesar de su profunda pobreza y de las grandes aflicciones por las que han estado pasando. Yo soy testigo de que ellos han ofrendado con espontaneidad, y de que lo han hecho en la medida de sus posibilidades, e incluso más allá de éstas.Insistentemente nos rogaron que les concediéramos el privilegio de participar en este servicio para los santos, e hicieron más de lo que esperábamos, pues primeramente se entregaron al Señor, y luego a nosotros, por la voluntad de Dios. Por eso le rogamos a Tito completar la obra de gracia que ya había comenzado entre ustedes. Por lo tanto, ya que ustedes sobresalen en todo, es decir, en fe, en palabra, en conocimiento, en todo esmero, y en su amor por nosotros, sobresalgan también en este acto de amor.

No es que les esté dando órdenes, sino que quiero ponderar la sinceridad del amor de ustedes en comparación con la dedicación de otros, pues ustedes ya conocen la gracia de nuestro Señor Jesucristo que, por amor a ustedes, siendo rico se hizo pobre, para que con su pobreza ustedes fueran enriquecidos. 10 Y ahora, por el bien de ustedes, les doy mi opinión sobre este asunto. Desde el año pasado, ustedes no sólo fueron los primeros en hacer algo sino que deseaban hacerlo; 11 así que ahora, dentro de sus posibilidades, lleven a cabo lo que ya estaban dispuestos a hacer. 12 Porque si hay buena disposición, lo que se da es bien recibido, según lo que uno tiene y no según lo que no tiene. 13 No digo esto para que otros tengan demasiado mientras ustedes sufren de escasez, 14 sino para que en este tiempo la abundancia de ustedes supla, con igualdad, la escasez de ellos, y para que la abundancia de ellos supla la necesidad de ustedes. De este modo habrá igualdad, 15 como está escrito: «El que recogió mucho, no tuvo más, y el que recogió poco, no tuvo menos.»

16 Gracias a Dios, que puso en el corazón de Tito la misma preocupación por ustedes; 17 pues, a decir verdad, aceptó nuestra exhortación, pero estaba más que listo para ir a verlos, y por su propia voluntad. 18 Junto con él, enviamos al hermano a quien todas las iglesias elogian por su trabajo en el evangelio; 19 y no sólo esto, sino que también fue designado por las iglesias como compañero de nuestra peregrinación para llevar este donativo, que es administrado por nosotros para la gloria del Señor mismo, y para demostrar la buena voluntad de ustedes; 20 así evitamos que se nos censure en cuanto a esta abundante ofrenda que administramos, 21 pues procuramos hacerlo todo con honradez, no sólo ante el Señor sino también ante los hombres. 22 Con ellos enviamos también a nuestro hermano, cuya diligencia hemos comprobado repetidas veces en muchas cosas, y que ahora muestra más diligencia por la gran confianza que tiene en ustedes. 23 En cuanto a Tito, él es mi compañero y colaborador para con ustedes; en cuanto a nuestros hermanos, ellos son mensajeros de las iglesias, y son una honra para Cristo. 24 Por lo tanto, ante las iglesias, demuestren a estos hermanos su amor por ellos, y por qué nos sentimos orgullosos de ustedes.

Meditemos

2 Corintios 8.9
2 Corintios 8.9

Cae la noche – Devociones – 14 de septiembre

Cae la noche y es tiempo de conectar con Dios

Leamos una porción bíblica y oremos al Señor. Comencemos la oración reconociendo que Dios es grande y amoroso. Continuemos presentando en oración a las personas que amamos, a nuestras amistades y familiares. Después presentemos en oración nuestras propias vidas, rogándole a Dios que nos de lo que nos conviene, no lo que deseamos. Terminemos la oración alabando a Dios, en el nombre de Jesús. AMÉN

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Lectura Bíblica: 2 Corintios 7

Amados míos, puesto que tenemos tales promesas, limpiémonos de toda contaminación de carne y de espíritu, y perfeccionémonos en la santidad y en el temor de Dios.

Regocijo de Pablo ante el arrepentimiento de los corintios

Ábrannos su corazón, pues a nadie hemos agraviado, a nadie hemos corrompido, a nadie hemos engañado.No digo esto para condenarlos, pues ya antes les he dicho que están en nuestro corazón. ¡Juntos en la muerte, y juntos en la vida! Soy demasiado franco con ustedes, pero mi orgullo por ustedes también es demasiado. En medio de todas nuestras tribulaciones, me siento muy estimulado y estoy rebosando de alegría.

Cuando llegamos de Macedonia, no tuvimos ningún descanso, sino que enfrentamos tribulaciones de todas partes: desde afuera, conflictos; desde adentro, temores. Pero Dios, que consuela a los humildes, nos consoló con la llegada de Tito; y no sólo con su llegada, sino también con el consuelo que él había recibido de parte de ustedes, pues nos habló del gran afecto que recibió por parte de ustedes, así como de su profunda tristeza y de su preocupación por mí, lo cual me hizo alegrarme aún más. Ciertamente, mi carta fue para ustedes motivo de tristeza, y entonces lamenté haberla escrito porque vi que por algún tiempo ella los entristeció; pero ahora no lo lamento sino que me alegro. Y no porque ustedes se hayan entristecido, sino porque esa tristeza los llevó al arrepentimiento. Ustedes fueron entristecidos conforme a la voluntad de Dios, de modo que en nada fueron perjudicados por parte de nosotros. 10 La tristeza que proviene de Dios produce arrepentimiento para salvación, y de ésta no hay que arrepentirse, pero la tristeza que proviene del mundo produce muerte. 11 ¡Fíjense! Esta tristeza que provino de Dios, ¡produjo en ustedes preocupación, el deseo de disculparse, indignación, temor, vehemencia, celo, y deseos de hacer justicia! Es evidente que en este asunto ustedes no tuvieron la culpa. 12 Y aunque yo les escribí, no lo hice por el que cometió el agravio, ni por el que lo padeció, sino para que se hiciera evidente la preocupación que tenemos por ustedes delante de Dios.

13 Por eso el consuelo de ustedes ha sido nuestro propio consuelo. Pero más nos alegró el ver a Tito tan feliz porque su espíritu fue confortado por todos ustedes. 14 Yo me había jactado de ustedes con él, y no he quedado mal. Y así como en todo les hemos hablado con la verdad, también resultaron ciertos los elogios que hice ante Tito acerca de ustedes. 15 Y el cariño que él les tiene es aun mayor cuando se acuerda de la obediencia de todos ustedes, y del temor y temblor con que ustedes lo recibieron. 16 Me alegra poder confiar plenamente en ustedes.

Meditemos

2 Corintios 7.10
2 Corintios 7.10

Cae la noche – Devociones – 13 de septiembre

Cae la noche y es tiempo de conectar con Dios

Leamos una porción bíblica y oremos al Señor. Comencemos la oración reconociendo que Dios es grande y amoroso. Continuemos presentando en oración a las personas que amamos, a nuestras amistades y familiares. Después presentemos en oración nuestras propias vidas, rogándole a Dios que nos de lo que nos conviene, no lo que deseamos. Terminemos la oración alabando a Dios, en el nombre de Jesús. AMÉN

#caelanoche #DrPj

Lectura Bíblica: 2 Corintios 6

Por lo tanto, nosotros, como colaboradores de Dios, les rogamos a ustedes que no reciban su gracia en vano. Porque él dice:

«En el momento oportuno te escuché;
en el día de salvación te ayudé».

Y éste es el momento oportuno; éste es el día de salvación. No somos motivo de tropiezo para nadie, para que tampoco nadie hable mal de nuestro ministerio. Más bien, siempre damos muestras de que somos ministros de Dios, con mucha paciencia en las tribulaciones, en las necesidades, en las angustias; en los azotes, en las cárceles, en los tumultos, en los trabajos, en los desvelos, en los ayunos; en la pureza, en el conocimiento, en la tolerancia, en la bondad, en el Espíritu Santo, en el amor sincero, en la palabra de verdad, en el poder de Dios, con las armas justas, tanto para el ataque como para la defensa; recibiendo honra y deshonra, mala fama y buena fama; se nos considera mentirosos, pero somos veraces;desconocidos para unos, somos bien conocidos para otros; parecemos estar moribundos, pero seguimos con vida; se nos ve castigados, pero no muertos; 10 parecemos estar tristes, pero siempre estamos gozosos; parecemos pobres, pero enriquecemos a muchos; parecemos no tener nada, pero somos dueños de todo.

11 ¡Ay, corintios! Les hemos hablado con toda franqueza; les hemos abierto nuestro corazón. 12 No les hemos cerrado nuestro corazón, aunque ustedes sí nos han cerrado el suyo. 13 Por tanto les pido, como de un padre a sus hijos, correspondan del mismo modo y ábrannos su corazón.

Somos templo del Dios viviente

14 No se unan con los incrédulos en un yugo desigual. Pues ¿qué tiene en común la justicia con la injusticia? ¿O qué relación puede haber entre la luz y las tinieblas? 15 ¿Y qué concordia tiene Cristo con Belial? ¿O qué tiene en común el creyente con el incrédulo? 16 ¿Y qué acuerdo puede haber entre el templo de Dios y los ídolos? ¡Ustedes son el templo del Dios viviente! Ya Dios lo ha dicho:

«Habitaré y andaré entre ellos,
y yo seré su Dios
y ellos serán mi pueblo.»

17 Por lo tanto, el Señor dice:

«Salgan de en medio de ellos, y apártense;
y no toquen lo inmundo;
y yo los recibiré.
18 Y seré un Padre para ustedes,
y ustedes serán mis hijos y mis hijas.»
Lo ha dicho el Señor Todopoderoso.

2 Corintios 6.1
2 Corintios 6.1

Cae la noche – Devociones – 13 de septiembre

Cae la noche y es tiempo de conectar con Dios

Leamos una porción bíblica y oremos al Señor. Comencemos la oración reconociendo que Dios es grande y amoroso. Continuemos presentando en oración a las personas que amamos, a nuestras amistades y familiares. Después presentemos en oración nuestras propias vidas, rogándole a Dios que nos de lo que nos conviene, no lo que deseamos. Terminemos la oración alabando a Dios, en el nombre de Jesús. AMÉN

#caelanoche #DrPj

Lectura Bíblica: 2 Corintios 6

Por lo tanto, nosotros, como colaboradores de Dios, les rogamos a ustedes que no reciban su gracia en vano.Porque él dice:

«En el momento oportuno te escuché;
en el día de salvación te ayudé».

Y éste es el momento oportuno; éste es el día de salvación. No somos motivo de tropiezo para nadie, para que tampoco nadie hable mal de nuestro ministerio. Más bien, siempre damos muestras de que somos ministros de Dios, con mucha paciencia en las tribulaciones, en las necesidades, en las angustias; en los azotes, en las cárceles,(B) en los tumultos, en los trabajos, en los desvelos, en los ayunos; en la pureza, en el conocimiento, en la tolerancia, en la bondad, en el Espíritu Santo, en el amor sincero, en la palabra de verdad, en el poder de Dios, con las armas justas, tanto para el ataque como para la defensa; recibiendo honra y deshonra, mala fama y buena fama; se nos considera mentirosos, pero somos veraces; desconocidos para unos, somos bien conocidos para otros; parecemos estar moribundos, pero seguimos con vida; se nos ve castigados, pero no muertos; 10 parecemos estar tristes, pero siempre estamos gozosos; parecemos pobres, pero enriquecemos a muchos; parecemos no tener nada, pero somos dueños de todo.

11 ¡Ay, corintios! Les hemos hablado con toda franqueza; les hemos abierto nuestro corazón. 12 No les hemos cerrado nuestro corazón, aunque ustedes sí nos han cerrado el suyo. 13 Por tanto les pido, como de un padre a sus hijos, correspondan del mismo modo y ábrannos su corazón.

Somos templo del Dios viviente

14 No se unan con los incrédulos en un yugo desigual. Pues ¿qué tiene en común la justicia con la injusticia? ¿O qué relación puede haber entre la luz y las tinieblas? 15 ¿Y qué concordia tiene Cristo con Belial? ¿O qué tiene en común el creyente con el incrédulo? 16 ¿Y qué acuerdo puede haber entre el templo de Dios y los ídolos? ¡Ustedes son el templo del Dios viviente!(C) Ya Dios lo ha dicho:

«Habitaré y andaré entre ellos,
y yo seré su Dios
y ellos serán mi pueblo.»

17 Por lo tanto, el Señor dice:

«Salgan de en medio de ellos, y apártense;
y no toquen lo inmundo;
y yo los recibiré.
18 Y seré un Padre para ustedes,
y ustedes serán mis hijos y mis hijas.»
Lo ha dicho el Señor Todopoderoso.

2 Corintios 6.10
2 Corintios 6.10

Cae la noche – Devociones – 12 de septiembre

Cae la noche y es tiempo de conectar con Dios

Leamos una porción bíblica y oremos al Señor. Comencemos la oración reconociendo que Dios es grande y amoroso. Continuemos presentando en oración a las personas que amamos, a nuestras amistades y familiares. Después presentemos en oración nuestras propias vidas, rogándole a Dios que nos de lo que nos conviene, no lo que deseamos. Terminemos la oración alabando a Dios, en el nombre de Jesús. AMÉN

#caelanoche #DrPj

Lectura Bíblica: 2 Corintios 5

Bien sabemos que si se deshace nuestra casa terrenal, es decir, esta tienda que es nuestro cuerpo, en los cielos tenemos de Dios un edificio, una casa eterna, la cual no fue hecha por manos humanas. Y por esto también suspiramos y anhelamos ser revestidos de nuestra casa celestial; ya que así se nos encontrará vestidos y no desnudos. Los que estamos en esta tienda, que es nuestro cuerpo, gemimos con angustia; porque no quisiéramos ser desvestidos, sino revestidos, para que lo mortal sea absorbido por la vida. Pero Dios es quien nos hizo para este fin, y quien nos dio su Espíritu en garantía de lo que habremos de recibir.

Por eso vivimos siempre confiados, pues sabemos que mientras estemos en el cuerpo, estamos ausentes del Señor (porque vivimos por la fe, no por la vista). Pero confiamos, y quisiéramos más bien ausentarnos del cuerpo y presentarnos ante el Señor. Pero ya sea que estemos ausentes o presentes, siempre procuramos agradar a Dios. 10 Porque es necesario que todos nosotros comparezcamos ante el tribunal de Cristo,A) para que cada uno reciba según lo bueno o lo malo que haya hecho mientras estaba en el cuerpo.

El ministerio de la reconciliación

11 Así que, puesto que conocemos el temor del Señor, procuramos convencer a todos. Para Dios es evidente lo que somos; y espero que también lo sea para la conciencia de ustedes. 12 No estamos recomendándonos otra vez a ustedes, sino que les damos la oportunidad de estar orgullosos de nosotros, para que tengan con qué responder a los que presumen de las apariencias y no de lo que hay en el corazón. 13 Si estamos locos, lo estamos para Dios; y si estamos cuerdos, lo estamos para ustedes. 14 El amor de Cristo nos lleva a actuar así, al pensar que si uno murió por todos, entonces todos murieron; 15 y él murió por todos, para que los que viven ya no vivan para sí, sino para aquel que murió y resucitó por ellos.

16 Así que, de aquí en adelante, nosotros ya no conocemos a nadie desde el punto de vista humano; y aun si a Cristo lo conocimos desde el punto de vista humano, ya no lo conocemos así. 17 De modo que si alguno está en Cristo, ya es una nueva creación; atrás ha quedado lo viejo: ¡ahora ya todo es nuevo! 18 Y todo esto proviene de Dios, quien nos reconcilió consigo mismo a través de Cristo y nos dio el ministerio de la reconciliación. 19 Esto quiere decir que, en Cristo, Dios estaba reconciliando al mundo consigo mismo, sin tomarles en cuenta sus pecados, y que a nosotros nos encargó el mensaje de la reconciliación. 20 Así que somos embajadores en nombre de Cristo, y como si Dios les rogara a ustedes por medio de nosotros, en nombre de Cristo les rogamos: «Reconcíliense con Dios». 21 Al que no cometió ningún pecado, por nosotros Dios lo hizo pecado, para que en él nosotros fuéramos hechos justicia de Dios.

Devociones

Cómo romper con el pasado (2 Corintios 5.17)

2 Corintios 5.17
2 Corintios 5.17

Cae la noche – Devociones – 11 de septiembre

Cae la noche y es tiempo de conectar con Dios

Leamos una porción bíblica y oremos al Señor. Comencemos la oración reconociendo que Dios es grande y amoroso. Continuemos presentando en oración a las personas que amamos, a nuestras amistades y familiares. Después presentemos en oración nuestras propias vidas, rogándole a Dios que nos de lo que nos conviene, no lo que deseamos. Terminemos la oración alabando a Dios, en el nombre de Jesús. AMÉN

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Lectura Bíblica: 2 Corintios 4

Por lo tanto, puesto que por la misericordia de Dios hemos recibido este ministerio, no nos desanimamos; por el contrario, renunciamos a lo oculto y vergonzoso, y no andamos con engaños, ni falseamos la palabra de Dios, sino que por medio de la manifestación de la verdad nos recomendamos a toda conciencia humana delante de Dios. Pero si nuestro evangelio está aún encubierto, lo está entre los que se pierden; pues como ellos no creen, el dios de este siglo les ha cegado el entendimiento para que no resplandezca en ellos la luz del evangelio de la gloria de Cristo, el cual es la imagen de Dios. Nosotros no nos predicamos a nosotros mismos, sino que proclamamos a Jesucristo como Señor, y nos declaramos siervos de ustedes por amor a Jesús. Porque Dios, que mandó que de las tinieblas surgiera la luz, es quien brilló en nuestros corazones para que se revelara el conocimiento de la gloria de Dios en el rostro de Jesucristo.

Vivimos por la fe

Pero tenemos este tesoro en vasos de barro, para que se vea que la excelencia del poder es de Dios, y no de nosotros, que estamos atribulados en todo, pero no angustiados; en apuros, pero no desesperados;perseguidos, pero no desamparados; derribados, pero no destruidos; 10 siempre llevamos en el cuerpo, y por todas partes, la muerte de Jesús, para que también la vida de Jesús se manifieste en nosotros. 11 Porque nosotros, los que vivimos, siempre estamos entregados a la muerte por amor a Jesús, para que también la vida de Jesús se manifieste en nuestro cuerpo mortal. 12 De manera que en nosotros actúa la muerte, y en ustedes la vida.

13 Pero en ese mismo espíritu de fe, y de acuerdo a lo que está escrito: «Creí, y por lo tanto hablé», nosotros también creemos, y por lo tanto también hablamos. 14 Sabemos que el que resucitó al Señor Jesús también a nosotros nos resucitará con él, y nos llevará a su presencia juntamente con ustedes. 15 Pues nosotros padecemos todas estas cosas por amor a ustedes, para que al multiplicarse la gracia por medio de muchos, más se multipliquen los que den gracias, para la gloria de Dios.

16 Por lo tanto, no nos desanimamos. Y aunque por fuera nos vamos desgastando, por dentro nos vamos renovando de día en día. 17 Porque estos sufrimientos insignificantes y momentáneos producen en nosotros una gloria cada vez más excelsa y eterna. 18 Por eso, no nos fijamos en las cosas que se ven, sino en las que no se ven; porque las cosas que se ven son temporales, pero las que no se ven son eternas.

Devociones

Demos gracias a Dios con 2 Corintios 4.15

2 Corintios 4.7
2 Corintios 4.7

La ilusión del honor (Génesis 4.1-10): Un sermón en ocasión del 11 de septiembre de 2001

La ilusión del honor

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Texto: Génesis 4.1-10

Tema: Dios no justifica el asesinato, aun cuando se haga en nombre del honor.

Área: Cuidado pastoral

Propósito: Ayudar a la audiencia a comprender teológicamente los eventos del 11 de septiembre.

Clasificación: Sermón de ocasión, predicado en el servicio de consolación llevado a cabo en la Iglesia Cristiana «La Hermosa» (Discípulos de Cristo), por la Convención Hispana del Noreste, el 14 de octubre de 2001

Diseño: Expositivo

Lógica: Inductiva

Introducción

Hace un tiempo descubrí un pequeño restaurante de comida árabe, muy cerca de mi oficina, en la ciudad de Indianápolis. Con alegría vi que tenían «baklava», un postre hecho con nueces, azúcar morena, y hojaldre. Mientras decidía si debía romper mi dieta o no, el dueño del restaurante me miró con curiosidad y me preguntó: «¿De qué país viene usted?» Le respondí: «De Puerto Rico, una isla del Caribe». Sorprendido, me dijo: «Usted parece árabe. Debe tener sangre de los moros que vivieron tiempo atrás en España. Yo soy libanés. Total, todos venimos de la cuenca del Mar Mediterráneo.»

Sí, todas las personas hispanas tenemos raíces en la cuenca del Mediterráneo. Esto explica los puntos de contacto entre la cultura hispana y las culturas bíblicas. Por ejemplo, el pueblo latino tiene un alto sentido del honor, al igual que los pueblos hebreos y árabes.

El honor es un valor muy importante en la Biblia. El mismo puede ser muy positivo, pero también puede tener consecuencias negativas. Es positivo cuando nos inspira a hacer el bien, a cumplir nuestra palabra, y a actuar de acuerdo a nuestros ideales. Pero es un valor negativo cuando inspira sentimientos de falso orgullo y de venganza. De hecho, el falso sentido del honor es lo que inspira la primera tragedia de la Biblia: la muerte de Abel a manos de su hermano Caín.

El pecado de Caín

De acuerdo a las Sagradas Escrituras, Adán y Eva, la primera pareja de seres humanos, tuvieron dos hijos (Gn 4.1). El mayor se llamaba Caín, y cuando creció se dedicó a cultivar la tierra. El menor se llamó Abel, y se dedicó a pastorear ovejas (v. 2).

Con el tiempo, Caín y Abel llegaron a ser hombres. Con la madurez, vino la responsabilidad de participar del culto de adoración a Dios. Como sabemos, en los tiempos del Antiguo Israel los sacrificios de animales y la presentación de los frutos del campo eran parte de la adoración a Dios. Es decir, estas eran las «ofrendas» que los creyentes llevaban al altar de Dios.

De acuerdo al relato del Génesis, Caín presentó como ofrenda a Dios parte del fruto que había cosechado (v. 3). Del mismo modo, Abel presentó una oveja como sacrificio a Dios (v. 4a). Es decir, cada hermano trajo consigo una ofrenda que representaba el trabajo que llevaban a cabo diariamente.

Dios consideró las ofrendas de ambos hermanos, mirando con agrado «a Abel y a su ofrenda» (v. 4b). Muchas personas han tratado de explicar por qué Dios prefirió la ofrenda del hermano menor. Podríamos esbozar algunas de esas teorías, defendiendo a Dios en el proceso. Sin embargo, Dios no necesita defensa. Sencillamente, la Biblia indica que una ofrenda fue agradable y la otra no, sin dar razón u explicación alguna.

Caín reaccionó con dolor al juicio de Dios. De hecho, la Biblia lo describe en términos que evocan un estado depresivo: «Por lo cuál Caín se enojó en gran manera y decayó su semblante» (v. 5b). Sin embargo, tratar de psicologizar este texto sería un error. Caín no reacciona de manera negativa porque necesitaba «Prozac» o porque padecía de «desorden bipolar» (la condición mental que está de moda). Por el contrario, Caín reacciona negativamente porque entiende que la decisión de Dios le ha deshonrado públicamente.

En los tiempos de la Biblia, los hermanos mayores tenían más autoridad y más derechos que el resto de la familia. Heredaban una «doble porción», es decir, dos veces la cantidad de dinero y propiedades que los demás. En ausencia del Padre, actuaban como jefes de familia. Después de la muerte del padre, se convertían en los líderes del clan familiar.

El hijo mayor también debía prepararse para tomar las riendas de la vida espiritual de la familia. El jefe de familia era quién dirigía las devociones familiares, quien intercedía a Dios en oración por los miembros de su casa, y quien repartía la bendición divina a cada cual. Por derecho, pues, el liderazgo espiritual le correspondía a Caín, no a Abel. El rechazo de su sacrificio se convirtió en una afrenta, una vejación, una deshonra.

Es precisamente este sentido de falso honor lo que mueve a Caín a asesinar a su hermano Abel. Su honor, violentado por el rechazo de Dios, le lleva a «limpiar la afrenta» motivada por el sacrificio de su hermano.

Dios, quien ve el corazón de Caín, le indica que debe calmarse. Dios le llama a actuar con rectitud, si desea recibir honor. Dios le advierte que «el pecado está a la puerta, acechando» (v. 7b), listo para tomar control de su vida. Caín no escucha la advertencia de Dios. Por el contrario, cegado por la venganza, anda en busca de su hermano. Con engaños, le lleva al campo y lo asesina (v. 8).

Dios va al encuentro del hermano fraticida y pregunta por el paradero de Abel. Dios le da al hermano asesino la oportunidad de confesar su pecado. Caín contesta con desdén, expresando una de las frases más cínicas de toda la Biblia: «No sé. ¿Soy yo acaso guarda de mi hermano?» (v. 9). Ofendido por el cinismo y la mentira, Dios confronta a Caín, diciendo: «¿Qué has hecho? La voz de la sangre de tu hermano clama a mí desde la tierra» (v. 10).

El ataque al «World Trade Center»

¡La voz de la sangre de nuestros hermanos clama a Dios desde la ciudad de Nueva York!

La tragedia experimentada el pasado 11 de septiembre es un triste ejemplo de las consecuencias del pecado que, escondido como un ladrón detrás de una puerta, está listo a despojarnos. El ataque a las dos torres que formaban parte del «World Trade Center», son un hecho infame, que será recordado como una acto vil y cobarde. El asesinato de miles de personas inocentes, las heridas a miles de obreros y transeúntes, y el terror sembrado en los corazones de los habitantes de esta gran ciudad son actos pecaminosos; actos que Dios repudia y rechaza de manera definitiva.

Desde el momento en que ocurrió el primer ataque, muchas personas se han preguntado: ¿Por qué Dios permitió esta tragedia? Debe quedar claro, pues, que Dios no es el responsable de la maldad humana.

  • Dios no dirigió el destino de estos asesinos, ni les ayudó a hacer sus fechorías.
  • Dios no castigó a las personas asesinadas en los aviones, ni a las desaparecidas en los derrumbes.
  • Dios no se complace de la maldad humana.

Estos actos asesinos demuestran que en este mundo hay personas que dedican sus vidas a practicar el mal, a servir al pecado, y a ser agentes de la muerte.

  • Dios rechaza y combate tanto a las fuerzas de la muerte como a quienes les sirven.
  • El Dios de la vida desea que toda la humanidad disfrute la vida a plenitud, gozando del bien, bendiciendo a los demás con alegría.
  • El Dios cristiano no mata a nadie; el Dios de la vida no es un asesino.

La muerte de José D. Sánchez, de Esmerlin Salcedo, de Eliezer Jiménez, de John Robert Cruz, y de tantas otras personas relacionadas a nuestras congregaciones vino a consecuencia del pecado humano, no de la voluntad divina. Es la consecuencia de un acto de venganza, perpetrado por una pandilla de hombres que, como Caín, estaban tratando de limpiar su honor.

«¿Venganza?» podrá preguntar usted. «¿Venganza de qué?» Son actos de venganza por la pasada hegemonía de Gran Bretaña sobre los países árabes; la muerte de miles de palestinos durante los pasados 53 años; por la muerte de cientos de civiles libaneses; por la pérdida de más de un cuarto de millón de soldados iraquíes; y por la forma en que los Estados Unidos reclutó, entrenó, y financió a la guerrilla afgana para lucha contra el ejercito soviético, sólo para abandonarla en el proceso.

Los asesinos del 11 de septiembre pensaron que el asesinato de miles de personas inocentes vengaría la muerte de sus antepasados, de sus amigos, y de sus familiares. Al igual que Caín, un falso sentido del honor les llevó a cometer un acto infame.

Nuestro país debe recordar la lección de este texto bíblico, evitando así dejarse llevar por un sentido equivocado del honor. De otro modo, nuestra sed de venganza sólo lograra causar más tragedias en los países árabes e islámicos. Tragedias que, a su vez, serán vengadas por las próximas generaciones. Debemos hacer todo lo posible por evitar caer en un círculo de venganza.

Creo que debemos aprender tanto del texto bíblico como de la triste experiencia del 11 de septiembre que la venganza es un instrumento del pecado que debemos rechazar. Debemos, pues, orar a Dios pidiendo que nos libre de estos sentimientos de venganza. Aprendamos pues, que el asesinato no se justifica, aún cuando se haga en nombre del honor.

Conclusión

A pesar de mis palabras, muchos podrían todavía preguntar: «¿Dónde estaba Dios cuando se estaban derrumbando las torres?» No sé. No puedo contestar esa pregunta de manera definitiva.

Sólo puedo indicarles mi sospecha de que la clave para contestar esa pregunta desde una perspectiva cristiana está en la cruz de Jesucristo. Jesús también murió de manera trágica, a manos de una «elite» religiosa deseosa de castigar al blasfemo, es decir, al maestro cuyas enseñanzas habían «deshonrado» su religión. A manos de un aparato militar deseoso de castigar al subversivo, que se había declarado «rey de los judíos», deshonrando así al emperador romano.

Yo estoy convencido de que el pasado 11 de septiembre Jesús estaba en su cruz, muriendo de forma trágica una vez más. Estoy convencido de que aquel día Jesús fue sepultado en el alud de metal y concreto que quedó en lugar de los antes imponentes edificios. Y estoy convencido, de que aquellas personas que mueren con Cristo, resucitarán juntamente con él.

*****

Esta es una traducción del sermón titulado «Elusive Honor», publicado en el libro Shaken Foundations: America’s Pulpits after the Terrorist Attacks, editado por David P. Polk (St. Louis, MO: Chalice Press, 2001), pp. 104-109.

Génesis 4.9
Génesis 4.9

Cae la noche – Devociones – 10 de septiembre

Cae la noche y es tiempo de conectar con Dios

Leamos una porción bíblica y oremos al Señor. Comencemos la oración reconociendo que Dios es grande y amoroso. Continuemos presentando en oración a las personas que amamos, a nuestras amistades y familiares. Después presentemos en oración nuestras propias vidas, rogándole a Dios que nos de lo que nos conviene, no lo que deseamos. Terminemos la oración alabando a Dios, en el nombre de Jesús. AMÉN

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Lectura Bíblica: 2 Corintios 3

Ministros del nuevo pacto

¿Comenzamos otra vez a recomendarnos a nosotros mismos? ¿O tenemos acaso que presentarles a ustedes, o pedir de ustedes, cartas de recomendación, como hacen algunos? Nuestras cartas son ustedes mismos, y fueron escritas en nuestro corazón, y son conocidas y leídas por todos. Es evidente que ustedes son una carta escrita por Cristo y expedida por nosotros; carta que no fue escrita con tinta sino con el Espíritu del Dios vivo, y no en tablas de piedraA) sino en las tablas de corazones que sienten.

Ésta es la confianza que tenemos ante Dios por medio de Cristo. Y no es que nos creamos competentes por nosotros mismos, como si esta competencia nuestra surgiera de nuestra propia capacidad. Nuestra competencia proviene de Dios, pues él nos hizo ministros competentes de un nuevo pacto, no de la letra, sino del Espíritu; porque la letra mata, pero el Espíritu vivifica.

Si el ministerio que llevaba a la muerte, y cuya letra estaba grabada en piedra, fue tan glorioso que los hijos de Israel no podían ni mirar el rostro de Moisés debido al resplandor que su rostro reflejaba, aunque era un resplandor efímero, ¿no será más glorioso aún el ministerio del Espíritu? A decir verdad, si el ministerio de la condenación fue glorioso, más glorioso aún será el ministerio de la justificación; 10 Pues incluso lo que fue glorioso en su momento, ya no lo es tanto si se le compara con la gloria más excelsa. 11 Y si lo perecedero era glorioso, mucho más glorioso será lo permanente.

12 Por lo tanto, como nosotros tenemos tal esperanza, actuamos con plena libertad. 13 No actuamos como Moisés, que se cubría el rostro con un velo para que los hijos de Israel no se fijaran en el fin de lo perecedero.14 Pero la mente de ellos se endureció, y hasta el día de hoy, cuando leen el antiguo pacto, llevan puesto el mismo velo, que solamente por medio de Cristo puede ser quitado. 15 Y aun hasta el día de hoy, cuando leen a Moisés, el velo les cubre el corazón; 16 pero ese velo les será quitado cuando se conviertan al Señor. 17 Porque el Señor es el Espíritu; y donde está el Espíritu del Señor, allí hay libertad. 18 Por lo tanto, todos nosotros, que miramos la gloria del Señor a cara descubierta, como en un espejo, somos transformados de gloria en gloria en la misma imagen, como por el Espíritu del Señor.

2 Corintios 3.2
2 Corintios 3.2

Tesoros en vasos de barro: Un sermón sobre 2 Corintios 4

Un sermón sobre 2 Corintios 4, cuya del central es que las personas de fe debemos dar gracia a Dios aun en medio de la debilidad.

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Pablo A. Jimenez
Pablo A. Jiménez

Cae la noche – Devociones – 9 de septiembre

Cae la noche y es tiempo de conectar con Dios

Leamos una porción bíblica y oremos al Señor. Comencemos la oración reconociendo que Dios es grande y amoroso. Continuemos presentando en oración a las personas que amamos, a nuestras amistades y familiares. Después presentemos en oración nuestras propias vidas, rogándole a Dios que nos de lo que nos conviene, no lo que deseamos. Terminemos la oración alabando a Dios, en el nombre de Jesús. AMÉN

#caelanoche #DrPj

Lectura Bíblica: 2 Corintios 2

Por esto decidí no hacerles otra visita que les causara tristeza. Porque si yo los entristezco, ¿quién podrá alegrarme, sino aquel a quien yo entristecí? Por eso les escribí como lo hice, para que ustedes no me pongan triste cuando yo llegue, cuando en realidad debieran alegrarme, pues yo estaba convencido de que todos ustedes harían suya mi alegría. Era tanto el dolor y la angustia de mi corazón que, al escribirles, lo hice con muchas lágrimas. Pero no lo hice para entristecerlos, sino para que comprendieran el gran amor que les tengo.

Pablo perdona al ofensor

Pero si alguno me ha causado tristeza, no me la ha causado sólo a mí sino, en cierto modo, a todos ustedes (y espero no exagerar). El castigo que muchos de ustedes le impusieron a esa persona, es suficiente. Ahora deben perdonarlo y consolarlo, pues de lo contrario podría consumirlo la tristeza. Por tanto, les ruego que confirmen su amor hacia él. También les escribí para comprobar la obediencia de ustedes en todo. 10 Así que a quien ustedes perdonen, yo también lo perdono. Y se lo perdono, si es que hay algo que perdonar, por consideración a ustedes en la presencia de Cristo; 11 no vaya a ser que Satanás se aproveche de nosotros, pues conocemos sus malignas intenciones.

Ansiedad de Pablo en Troas

12 Aunque el Señor me había provisto una buena oportunidad para trabajar en Troas, cuando llegué a ese lugar para predicar el evangelio de Cristo 13 estaba yo muy intranquilo por no haber encontrado allí a mi hermano Tito. Por eso, me despedí de ellos y me fui a Macedonia.

Triunfantes en Cristo

14 Pero gracias a Dios, que en Cristo Jesús siempre nos hace salir triunfantes, y que por medio de nosotros manifiesta en todas partes el aroma de su conocimiento. 15 Ciertamente, para Dios somos el fragante aroma de Cristo, tanto en los que se salvan como en los que se pierden. 16 Para éstos somos olor de muerte, que lleva a la muerte, y para aquéllos somos olor de vida que lleva a la vida. ¿Quién está calificado para una tarea tan importante? 17 Nosotros no somos como muchos, que negocian con la palabra de Dios, sino que hablamos de Cristo con sinceridad, como enviados por Dios, y en la presencia de Dios.

2 Corintios 2.15-16
2 Corintios 2.15-16